(Acentejo, La Esperanza)

Desde ahí un poco más suave directamente nos adentramos en la jungla del Acentejo. La vegetación cambia continuamente, usamos desde pistas bien preparadas hasta caminos con baches por lo que la exigencia de este largo uphill se modifica constantemente. La recompensa son las vistas espectaculares a la accidentada costa norte de Tenerife y el aroma de los pinos canarios que rodea toda la isla con mayor y menor densidad. Tras un breve descanso bajamos por una pista de aprox. 10 km con curvas a buena velocidad cogiendo suficiente carrerilla para subir en el lado opuesto en dirección este. Alicia en el Bar Las Lagunetas nos espera con Carne con Papas y otras delicias canarias con una rica cerveza (sin alcohol) ;o). Aquí tenemos de posibilidad de cargar las pilas. Las nuestras y las de las bicis. Tras un café cortado seguimos hacia el sur. La Zona La Esperanza posiblemente es una de las más bonitas de la isla. Un cambio constante entre laurel, pino y eucalipto alegra el corazón de cualquier amante de la naturaleza. Aquí prevalecen las bajadas y tras una breve vuelta dirección norte volvemos a la región vinícola Acentejo conocida más allá de las fronteras. A través de acogedores pueblos libres de turismo volvemos a La Paz donde nos espera nuestra merecida cerveza de cierre de ruta.

Los cascos están incluidos en todas las rutas. Rutas exclusivas individuales y entrenamiento de técnicas básicas a convenir.